Joseba Egibar Artola nació en Andoain (Gipuzkoa), el 23 de noviembre de 1959, en el seno de una familia nacionalista. Es euskaldun y funcionario de la Administración local en excedencia.

Se afilió al Partido Nacionalista Vasco y a EGI (la organización juvenil de EAJ-PNV) a los 16 años y, desde entonces, ha participado activamente en política. Intervino por primera vez en un mitin a los 19 años, durante la campaña del Estatuto. “Hice de telonero de Xabier Arzalluz”, suele recordar con cariño. También habló en el mitin del Alderdi Eguna de Itziar, en 1980, en representación de EGI.

Con 27 años fue elegido presidente del Gipuzko Buru Batzar,  justo después de la escisión de EAJ-PNV –“lo peor que le ha pasado al nacionalismo vasco desde el advenimiento de la democracia”, según sus propias palabras-. En ese momento, el PNV era la cuarta fuerza política del territorio guipuzcoano. En la actualidad, el Partido Nacionalista Vasco ha vuelto a recuperar la primera posición y dirige las principales instituciones del Territorio, entre ellas, el Ayuntamiento de Donostia y la Diputación de Gipuzkoa. Superada la escisión sufrida hace 30 años, la mayoría social y política abertzale vuelve a configurarse en torno al PNV.

Preside el Gipuzko Buru Batzar, es miembro del Euzkadi Buru Batzar y portavoz del Partido Nacionalista Vasco en el Parlamento Vasco. Fue Delegado de Ordenación del Territorio y Vivienda y de Cultura del Gobierno Vasco en Gipuzkoa entre 1985 y 1989.

Esta última legislatura ha integrado la Ponencia de Autogobierno en la que cada grupo parlamentario ha hecho su propuesta de actualización del autogobierno vasco. La del PNV, concretamente, está recogida en un documento de más de 60 folios en el que se detalla el nuevo estatus jurídico-político que propone. Un estatus cuyos “aspectos sustantivos” son el reconocimiento nacional de Euskadi y su derecho a decidir. “Planteamos a la ciudadanía un nuevo proyecto en el que se reconozca la existencia del Pueblo Vasco; ese es el motor de arranque: reconocimiento efectivo con el consiguiente derecho a decidir”, explica. Confía en que, en la próxima legislatura, se haga realidad ese nuevo estatus. “Ha llegado el momento de dar un paso cualitativo como pueblo para que Euskadi siga avanzando”, asegura.

Joseba Egibar se marca como objetivo “ser cada vez más dueños de nuestro futuro, para decidir sobre todas aquellas cuestiones que repercuten en nuestras vidas”. “Cada vez menos dependientes hasta llegar a la independencia”, suele resumir.  En ese sentido, tiene muy claro que “la construcción nacional y la construcción social son dos caras de la misma moneda y tienen que ir de la mano; somos una nación y tenemos que construir una sociedad sustentada en la justicia social, sin dejar a nadie en el camino”.

Entre sus aficiones destaca el deporte. No resulta extraño verle enfundado en el maillot ciclista por las carreteras vascas durante el fin de semana. Y los últimos 20 años, de forma ininterrumpida, ha seguido a pie de carretera alguna etapa del Tour. En todas esas ocasiones, ha aprovechado para subir un puerto de etapa, “a seguir midiéndonos con los puertos de los Pirineos”. Suele poner en valor los sentimientos de pertenencia a un equipo y de solidaridad con los compañeros que se experimentan en la bici. El fútbol también le gusta. Es socio de la Real Sociedad y siempre que puede va a ver los partidos a Anoeta. La música es otra de sus aficiones.